lunes, noviembre 03, 2014

Penas y sentimientos negativos

Nota solicitada para el Diario el Deber 2013 
Aquí se publican las respuestas completas




La importancia de desahogar nuestras penas y exteriorizar sentimientos negativos ¿Cómo desahogarnos de los sentimientos de impotencia, decepción, tristeza, dolor, fracaso, duelo, pérdida u otra experiencia negativa para salir adelante?. Hay quienes aconsejan llorar, hablar con alguien, reflexionar, meditar, escribir, cantar, bailar etc…¿Qué aconseja Ud.?

  •  La capacidad de ser consciente de los propios sentimientos y estados de ánimo se constituye en uno de los indicadores de la inteligencia emocional, la persona que reconoce y sabe interpretarlos,  tendrá mejores posibilidades para elaborarlos intelectualmente y someterlos a la mediación del pensamiento, lo cual es tarea necesaria y previa para poder identificar formas de lidiar con ellos de forma inteligente. De esa manera se evitaría quedar  sumergidos por largos periodos en estados angustiosos y de sufrimiento psíquico descontrolado.
  •  La exteriorización de sentimientos con otras personas puede ser de ayuda en la medida que el que escucha pueda aportar de alguna forma a la contención emocional y a dar consuelo y acompañamiento en caso necesario.
  • Cuando los estados emocionales son muy profundos y duran por tiempos  prolongados conviene buscar asesoría profesional, pues la tristeza, el dolor, la sensación de fracaso o inutilidad, el duelo intenso; pueden ser manifestación sintomática de procesos depresivos previos o por instalarse y que deben ser atendidos oportunamente, médica y psicológicamente.

Otras recomendaciones:

  •  Cuando la persona está inmersa en emociones que la hacen sufrir profundamente, generalmente no tiene ánimo ni motivación para ejercitar actividades recreativas o reflexivas, e incluso las cosas cotidianas pierden sentido. En esos casos en primera instancia el descanso, el dormir bien y tratar de alimentarse adecuadamente además de dedicar un tiempo al cuidado e higiene personal será suficiente para mantener un cierto equilibrio.
  • Rodearse de personas significativas afectivamente aportará sostén emocional y una dosis de tranquilidad y contención.
  •  Si la desazón no es muy intensa siempre será favorable dirigir la atención hacia actividades compensatorias que puedan generar estados de satisfacción aunque sea momentáneamente. Desenfocarse de los sentimientos negativos por unas horas aporta para ir restableciendo paulatinamente el equilibrio personal
  •   Se debe tener en cuenta que muchas veces los sentimientos negativos son resultado de situaciones o relaciones  toxicas que se han decidido abandonar; el sufrimiento en esos casos es solo antesala de nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida. Aceptar el cierre de etapas puede doler pero es necesario para evolucionar y avanzar.
  •  Ante la impotencia hay que ser consecuente y saber distinguir entre lo que se puede cambiar y mejorar cuando está en nuestras manos, entonces luchar y esforzarse. Luego hay que reconocer aquello que no depende de uno, hay que dejarlo ir para decidir en consecuencia. No se puede  obligar a nadie a cambiar.
  •  Para paliar la impotencia hay que reconocer también si se estaba preparado o no para un determinado desafío, a veces la impotencia surge de no haber sabido reconocer nuestras limitaciones y de no haber evaluado de forma realista la posibilidad de fracaso o de logro parcial.