lunes, abril 21, 2014

Educación para la vida - La felicidad y el dinero

Preguntas y respuestas solicitadas por 
la revista EXTRA del diario EL DEBER

Las respuestas fueron utilizadas para la redacción de notas periodísticas sobre temas de interés general para la comunidad de lectores de la revista dominical EXTRA del diario El Deber de la ciudad de  Santa Cruz de la Sierra – Bolivia
LA FELICIDAD Y EL DINERO




1.       Articulistas recomiendan gastar dinero en experiencias en lugar de cosas materiales. Es decir, gastar por ejemplo en un viaje que en un par de zapatos. ¿Usted cree que la felicidad se alcanza a partir de un poder adquisitivo (dinero)?
Para algunos filósofos la felicidad se reduce a la ausencia del dolor, pero algo tan simple como eso puede convertirse en algo muy perturbador cuando la felicidad se confunde con el placer y el goce irrestricto y aún  más  si se piensa que con el dinero se puede adquirir y asegurar cualquier placer. Es un error frecuente confundir placer con felicidad, y es una equivocación también creer que el dinero permitirá eliminar toda carencia o vivencia de insatisfacción. Ni la experiencia comprada más sublime o más divertida son capaces de proveer felicidad por sí mismas, la felicidad es en su lugar una permanente búsqueda de equilibrio personal así como una tarea para evitar el dolor. La felicidad es una construcción emocional ligada al desarrollo espiritual y a la capacidad de establecer relaciones interpersonales armoniosas. El dinero será bien venido y utilizado cuando se administre sabiamente para obtener alimentación, seguridad, salud y educación,  todo lo demás es suntuario y muchas veces genera frágiles espejismos de felicidad. La carrera del consumismo imprudente generado por la cultura del lujo,  puede generar estados de malestar profundo cuando no se pueden adquirir ciertos objetos del falso deseo o de la urgencia por presumir su posesión. Dinero no es equivalente a felicidad ni felicidad equivalente a placer.
2.       ¿Qué es lo que da el dinero? ¿Seguridad? ¿Poder?
El dinero puede dar seguridad cuando se habla de poseer un espacio donde protegerse y donde reposar luego de las jornadas diarias de trabajo o actividad. Pero si se habla de obtener seguridad o autoestima en la medida del dinero poseído, estaremos en el camino equivocado, la fortaleza personal se logra luego de un proceso de maduración y de templanza frente a los desafíos y las dificultades de la vida. La seguridad personal es un producto psicológico fruto de las experiencias y de la adecuada regulación de las emociones, así como de los logros y de los afectos constituidos en el entorno familiar y social. Cuando el dinero es usado para el ejercicio del poder sobre otra persona o sobre grupos humanos se convierte en una herramienta perversa puesta al servicio de la dominación y de la creación de relaciones de dependencia donde el que posee es el amo y el otro es el esclavo.
3.       ¿Hay otras cosas que pueden llenar nuestra vida en lugar del dinero?
La respuesta parece obvia, el amor, la paz, la armonía entre los miembros de una familia; el disfrute de las cosas sencillas de la vida, la capacidad de admiración frente a la naturaleza, la posibilidad de sentirse creativo y útil para otros, la sabiduría de disfrutar de lo que se tiene y de no ambicionar lo que otros poseen permitirá lograr un equilibrio entre la necesidad y utilidad del dinero de tal forma que no se instale una sobrevaloración del tener sobre el ser.

4.       ¿Cuán importante es ser buen administrador de su dinero?
Para una persona, para una familia, para una empresa o un estado; el principio de una buena administración consiste en utilizar los recursos de tal forma que se aporte al buen común en cualquiera de sus instancias. La administración inteligente apunta a disponer de lo necesario para llevar adelante un nivel de vida digno sin ostentaciones, así como disponer una fracción para la previsión, para el ahorro e incluso para la vejez. En la familia la administración responsable,  solidaria y conjunta del dinero disponible evitará  conflictos y desconfianzas, a la vez que impedirá la instalación del egoísmo y del cálculo, ambos enemigos de calidad de vida en la pareja.

Educación para la vida - tiempo compartido en familia

Preguntas y respuestas solicitadas por
 la revista EXTRA del diario EL DEBER


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Tiempo en familia 




1.- ¿Cuáles considera que son las principales causas que impiden hoy en día compartir más tiempo en familia y qué efectos o consecuencias puede traer eso?...Citar algún caso o testimonio (anónimo) que conozca relacionado a este tema
Existen muchas familias afectadas por dejar en segundo plano la programación del tiempo compartido, es bastante frecuente en la consulta psicológica observar que una buena parte de los problemas familiares se originan en las disfunciones de comunicación entre padre e hijos o entre los esposos, pues compartir tiempo implica comunicar y crear relaciones de confianza y colaboración.

Las causas que entorpecen el compartir el tiempo con la familia son variadas, citamos  algunas:
1.-Malos aprendizajes familiares infantiles donde los sistemas de comunicación y de acompañamiento no han sido establecidos exitosamente. Los padres no han aprendido a comunicar y a gestionar las relaciones familiares de forma efectiva.
2.- Inhibiciones personales que impiden comunicar y compartir significativamente con los familiares (hijos y pareja).
3.- Tiempo excesivo dedicado a las actividades laborales o personales, en desmedro de la atención a la familia.
4.- Desconocimiento de las necesidades evolutivas y de comunicación con cada hijo y de acorde a su edad.
5.- Desvalorización y fallas de la voluntad para crear oportunidades para compartir tiempo con los seres queridos.
6.- Dificultades para sacrificar algunos fines egoístas a favor de la integración familiar.
7.- Familias disfuncionales o padres separados que no han superado sus rencillas y que a consecuencia desatienden los espacios de comunicación con sus hijos por estar inmersos en sus conflictos personales. 

El descuido en la programación de los tiempos compartidos acarrea diferentes consecuencias:
Con los hijos:
·        Distanciamiento y posteriores dificultades para establecer acuerdos de convivencia
·        Disminución de la confianza para establecer diálogos con los hijos
·        Relaciones rutinarias y comunicación superficial
·        Bajo nivel de colaboración con el grupo familiar
·        Desplazamiento de los afectos y de la confianza a personas ajenas a la familia, sobre todo en caso de adolescentes
·        Encubrimiento de problemas donde los padres podrían aportar con soluciones o consejería
·        Muchas veces disfunciones severas en la comunicación con los hijos adolescentes porque no se crearon con anticipación los canales de confianza y de dialogo desde la infancia.
·        Indiferencia y distanciamiento con los padres y hermanos

En la pareja:
·        Disminución en la calidad de la comunicación y en la negociación de objetivos y de creencias comunes.
·        Dificultad para establecer normas y conducción formativa de la prole
·        Ausencia de planificación y proyección de la familia en sus distintas etapas
·        Afectación de la calidad de vida de la pareja y disfunciones emocionales a veces importantes donde se generan otros conflictos.
·     Deterioro de la vida cotidiana, por el cansancio, los malos entendidos, los celos y desconfianza
·        Deterioro de la vida íntima de la pareja

2.- ¿Cuáles cree que son los momentos clave, las fechas importantes o las  horas del día que no hay que perderse de compartir juntos en familia?...¿Por qué?
Existen algunos momentos que se relacionan con las convenciones sociales, como los cumpleaños o aniversarios, pero que en sí mismos resultan insuficientes para crear los lazos emocionales y de compromiso familiar que se requieren para convertirse una familia exitosa. Los momentos para compartir no deben ser dejados al azar, el liderazgo de los padres para programar y cuidar de los encuentros familiares requiere de un estado de consciencia  y de voluntad para llevarlos a cabo como una estrategia para el fortalecimiento de las relaciones familiares. En ello se implica una dosis importante de paciencia y de trabajo ininterrumpido por parte de los padres, ya que la formación de los hijos va más allá de proveer la educación formal. Los encuentros familiares son oportunidad para forjar el temple y el carácter de los hijos y esos es una tarea de largo aliento, pues los hijos jóvenes adultos requieren también del aporte del grupo familiar. Las familias que perduran cultivan la historia, los valores y el amor filial, y eso no puede hacerse si no se dedica tiempo.



3.- ¿Cómo se pueden crear o recuperar momentos y espacios para compartir juntos en familia?...Qué consejos prácticos puede dar para lograr ese objetivo
1.- Comenzar tempranamente es la mejor estrategia
2.- La pareja en primera instancia debe tener sus momentos de encuentro para proyectar sus fines y sus metas para luego incluir a los hijos
3.- El trabajo y las ocupaciones personales deben planificarse para dejar el tiempo suficiente para los encuentros de pareja y con la familia
4.- Será más sencillo recuperar los tiempos perdidos cuando los hijos son aún  pequeños, los adolescentes y los hijos adultos pueden haber tomado una distancia muchas veces difícil de acortar, pero nunca dejar de intentar el acercamiento.
5.- Ser generoso con el tiempo propio y dejar de lado el egoísmo es un buen comienzo.
6.- Dialogar sobre la necesidad y consensuar con los hijos de más edad, creando propuestas atractivas y edificantes.
7.- Tomar la iniciativa y buscar consejería familiar con expertos para contar con el respectivo asesoramiento si no se sabe por dónde comenzar.



Educación para la Vida - No me gusta el novio de mi Hija

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 la revista EXTRA del diario EL DEBER

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ODIO AL NOVIO DE MI HIJA

1.   ¿Qué postura adoptar cuando la pareja que han elegido nuestros hijos no nos gusta? ¿Debemos respetar sus decisiones y dejarlos cometer sus propios errores?
a)   Hacer a un lado los prejuicios, las personas buenas no siempre responden a nuestros ideales o modelos.
b)   Conversar con los hijos y conocer sobre sus experiencias y sobre lo que ellos valoran de su pareja.
c)   Esforzarse por conocer y crear vínculos con  la persona que posiblemente entrará  en la familia.
d)   Si el novio o novia son personas de bien, con aspiraciones y valores comunes a los hijos es un buen inicio para respetar no solo la decisión sino a la persona en cuestión.
e)   Todos estamos expuestos a cometer errores y a sufrir las consecuencias. Pues incluso la pareja de padres suelen tener sus propias limitaciones. Mientras no se visualicen en el otro, riesgos evidentes de maltrato, dependencia extrema, control, celos, actividades delictivas o trastornos de personalidad notables, se puede confiar en el criterio de los hijos para su elección de pareja. Pero una dosis de alerta es necesaria cuando hay indicadores conductuales sobre los que debe advertirse a los hijos.
2.   ¿Cómo saber que estamos exagerando y que en realidad el joven o la joven no son tan malos para nuestro retoño?
a)   Cuando se sabe poco de esa persona y se la prejuzga.
b)   Si se es muy celoso de las relaciones de los hijos, incluso de sus amigos.
c)   Si resulta difícil aceptar que los hijos han crecido y que se hacen adultos, eso confronta a los padres con su propio envejecimiento.
d)   Cuando se tiene una imagen ideal del futuro yerno o nuera y la realidad no coincide y hay resistencia a creer que puede haber otro tipo de buenas personas.
e)   Cuando se desconfía constantemente del criterio de los hijos también para otros asuntos.
f)     Cuando han existido huecos en la comunicación con los hijos y en realidad se conoce poco de sus forma de pensar
3.   Si tenemos serias dudas respecto a su proyecto de vida (no quiere estudiar y no dura en el trabajo) o tenemos cuestionamientos morales sobre él o ella ¿Podemos arremeter con más fuerza, en nombre del bienestar de nuestro hijo (a)?
a)   Es posible que en este caso sea mejor contar con el apoyo de un profesional psicólogo que ayude a la hija(o) a discernir sobre los motivos para elegir una pareja inestable y con alto riesgo de fracaso, es posible que esté involucrada(o) en una relación de dependencia o de control de la que no puede salir o tenga dificultades para evaluar la realidad y establecer  parámetros de elección de pareja que permitan la proyección futura y de sobrevivencia de ese tipo de relación.  
4.    Se dice que al confrontar a los hijos solo se los está empujando a que  y pisen el acelerador ¿está de acuerdo con esta afirmación?
De antemano se debe haber creado un espacio de comunicación y de confianza con los hijos para poder conversar de temas delicados, en todo caso siempre será mejor  establecer el dialogo sobre temas delicados y sobre todo si la felicidad de los hijos se ve en riesgo, es mejor confrontar las diferencias de opinión  que ser negligente con los consejos o apoyo hacia los hijos
5.   En el pasado los padres se sentían con todo el derecho de elegir la pareja de los hijos, basándose en su apellido (cuyo hijo es…) y su posición social. ¿Cree que ya superamos estas posturas y cuán negativas considera que son?
Ya no son tiempos para ese tipo de acuerdos, pues los hijos e hijas deben ejercer su libertad al momento de enamorar y de elegir pareja. Pero es aconsejable conocer a la familia del novio o novia ya que son también las familias las que entrarán en relación si el noviazgo culmina con el matrimonio.
6.   ¿Qué consejo le daría a una madre de familia cuya hija ya es mayor de edad, se mantiene con su trabajo, pero que está atada a un hombre que no le gusta para nada porque no comulga con su forma de pensar?  Por ejemplo, no se quiere casar, prefiere unión libre y no desea tener hijos, cosas que sabe que su hija sí anhela para sí, pero que las posterga porque sabe que su novio no aprobaría.
Dialogar resulta indispensable pues es elemental aclarar que hay personas que no tienen la vocación para el matrimonio ni la familia, se trata de una ideología arraigada fruto de las experiencias de vida y que es válida como opción de vida;  por tanto una concepción tradicional de pareja y de familia no es atractiva para ellas ni se establece como un fin. Por tanto la persona que vaya a ser su pareja deberá  compartir la misma idea de pareja para no frustrarse ante expectativas que ese otro no ofrece y que menos aún tiene intenciones de cumplir. Nadie puede ser obligado a convertirse en esposo o padre, la pareja con principios no compartidos difícilmente podrá llegar a un final feliz.

Educación para la vida - La mejor edad para tener cortejo (a)

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La edad ideal para tener cortejo

1.    ¿A qué edad podemos dar permiso a nuestros hijos para tener cortejo/a?
No se puede hablar de dar permiso, pues las situaciones de enamoramiento y de atracción por una pareja son situaciones normales que se presentan con la maduración biológica y sexual sin pedir permiso; lo que se debe hacer es ocuparse de orientar y de hablar sobre los tópicos de la sexualidad con la suficiente anticipación para que haya un influjo educativo y formativo para la vida sexual de los hijos indistintamente del género. Lo adecuado es ayudar a los hijos a que puedan iniciar sus ejercicios de cortejo con seguridad y en un tiempo adecuado, restringiendo con gentileza para evitar situaciones de mucha precocidad. Entre los doce y trece años se denota un interés acentuadamente definido por el otro sexo. Lo importante es que se haya creado una situación de confianza de tal forma que el hijo o hija sientan que pueden comunicarse con sus padres al respecto, esa es la forma ideal de tener opción a la supervisión y guía, eso tiene mayor importancia que el permiso.
2.    ¿Cuál debe ser nuestra reacción cuando nos enteramos de que ya tienen uno y no nos habían avisado?
Muchas veces los jovencitos evitan comunicar lo que les sucede porque no se ha generado el clima de confianza con anterioridad, otras no dicen nada porque empiezan a tener la noción de lo que significa la vida privada, lo cual es normal, pero en todo caso si los padres se enteran de que su hijo o hija tienen una relación de cortejo, será apropiado hacerles ver que se trata de una relación de aprendizaje muy distinta de una relación adulta. Dependiendo de la edad el cotejo o corteja puede ser solamente una amistad especial dentro de la que se aprende a interactuar con el sexo opuesto o la pareja en un grado de compromiso incipiente que no debe generar obligaciones ni controles que semejen una relación adulta seria o comprometida. Será tarea de los padres enseñar a graduar la intensidad dispuesta en dicha relación. Siempre será prudente ayudar a los hijos e hijas a postergar los compromisos de tipo sexual lo más posible para evitar experiencias sexuales que puedan traer consecuencias dolorosas y fuera de la edad.
3.    ¿Qué hacer si el cortejo/a elegido por nuestros hijos no nos gusta?
Si existen razones reales para el disgusto, como consumo de drogas, alcohol, conductas violentas  o delictivas comprobadas, absentismo escolar y problemas de ajuste social, diferencia de edad importante, conductas controladoras o invasivas sobre el hijo o hija u otras de riesgo; entonces la intervención se hace necesaria para establecer en su caso prohibiciones o controles. No olvidar que los celos paternos o maternos también pueden deformar la percepción hasta del mejor candidato. En otros casos es aconsejable conversar y guiar, así como conocer a la persona para no actuar prejuiciosamente. Tener en cuenta que las relaciones de aprendizaje de los hijos deben fluir naturalmente con la guía y supervisión de los padres, pues muchas de las parejitas ocasionales no evolucionan hacia algo serio. No es lo mismo la relación de jovencitos entre doce y dieciséis años que en jóvenes de más edad. La solicitud de opinión experta en algunos casos es aconsejable.
4.    ¿Cómo saber cuándo darles permiso para salir y cuándo no? ¿cómo dosificar sus salidas?
Los jovencitos y adolescentes como cualquier otra persona tiene obligaciones que deben cumplir con la familia, la escuela y la sociedad, así como con ellos mismos. Las salidas deben dosificarse de forma consensuada con ellos, para que también participen en la administración responsable de su tiempo. Las demandas sociales de diversión y de uso indiscriminado en la recreación suelen ser fuente de conflicto, pues incluso los adultos poseen un ritmo vertiginoso en la atención de salidas sociales y de diversión, hay que pregonar con el ejemplo y regular sabiamente los tiempos de diversión y de trabajo.
5.    ¿Qué hacer si desde que tiene novio/a ha empeorado su desempeño en el colegio?
Lamentablemente la era de la comunicación digital ha provisto de la posibilidad de comunicación ilimitada con las respectivas parejas y eso hace que las distracciones se multipliquen y muchas veces impidan el cumplimiento de las responsabilidades académicas. Nuevamente la educación temprana y los diálogos formativos con los padres son cruciales para prevenir estas situaciones. Razonar, dialogar y llegar a acuerdos son las únicas formas de equilibrar la pasión que los jóvenes colocan en sus relaciones sentimentales. En base a ello cada padre y madre sabrán si restringir, exigir o consensuar en bien del desarrollo armónico de sus hijos.  
6.    ¿Cómo propiciar la confianza de los hijos hacia los padres para que les cuenten sus dilemas sentimentales?
Es una tarea que debe iniciarse desde temprana edad y acorde a las necesidades de cada periodo. La confianza de los hijos no surge espontáneamente, no se debe esperar a que los hijos entren en la fase de ejercitar su vida sentimental con las parejitas, el dialogo y la confianza se cosechan si se ha sembrado adecuadamente en edades tempranas. Cuando el dialogo se inicia tarde suele ser difícil y a veces infructuosa la comunicación, en esos casos es bastante conveniente buscar apoyo de un profesional conocedor de los procesos de desarrollo psicológico de los jóvenes. 
7.    ¿Se debe hablarles de sexo ¿pero hasta dónde?
A partir de los tres años niños y niñas inician las curiosidades sexuales, los padres deben estar lo suficientemente informados para saber qué contestar en cada edad, es mucho mejor que los niños posean información fidedigna y cierta de boca de sus padres que de fuentes desconocidas, siempre será de mayor confianza lo que los progenitores amorosos puedan dar a conocer. A la edad de los cortejos y cortejas se supone que los hijos ya cuentan con información suficiente para saber cuidarse y regular sus alcances sexuales. De todas formas es un diálogo que debe renovarse permanentemente, pues la sexualidad de los hijos es dinámica y requieren de buena y completa información, así como de guía y consejo oportuno. En este caso un profesional entendido en psicología juvenil puede ser un buen apoyo en caso de dudas o de algún problema. La información y el dialogo son una buena herramienta para evitar relaciones sexuales precoces y embarazos no deseados. La supervisión y guía deben ir aparejados a la información.
8.    ¿Hay más a favor o en contra de consentir relaciones sentimentales en adolescentes?
Si se cuida, se dialoga, se informa y se norma la conducta juvenil será un proceso de aprendizaje fructífero. El joven bien informado, contenido afectivamente por sus padres, así como respetado por ellos no debería presentar mayores problemas al momento de encarar relaciones sentimentales con las ocasionales parejas. Es importante ayudarles a discernir que las relaciones de aprendizaje emocional no necesitan tener la envergadura ni imitar las relaciones adultas.

Educación para la vida - Preadolescencia

Preguntas y respuestas solicitadas por la revista EXTRA del diario EL DEBER
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La preadolescencia

1.    ¿A qué edad se puede considerar que un niño es un preadolescente? ¿Cuáles son las señales visibles?   Además de los cambios físicos ¿hay cambios psicológicos? ¿cuáles?
Hay dos tipos de señales: los cambios  físicos que indican la acción de las hormonas sexuales (vello en el área de los genitales, axilas y rostro en los varones, crecimiento de los pechos, la menarquía en las niñas) y los otros cambios a nivel psicológico, como ser cambio en los intereses,  abandono de los juegos y juguetes que solían gustarles, aparición de intereses sexuales por otras personas, inicio de la oposición hacia los adultos, necesidades de mayor independencia, aparición de la vida privada y de la intimidad, las cuales se defienden de las intromisión adulta.
2.    A muchos padres de familia les cuesta asumir que su pequeña o pequeño está creciendo. ¿Cómo dar el paso sin exagerar?, por ejemplo, en qué momento comprarle su sostén de principiante o hablarle de temas sexuales? ¿quién debe hablarle, el papá o la mamá, o los dos?
La mejor forma es irse informando con anticipación para hacer un buen seguimiento y comprender mejor a sus hijos e hijas, a  la vez que disfrutar de cada etapa de sus hijos, para poder tener una respuesta responsable y sensible a las necesidades evolutivas que se presentan. Conocer, guiar, educar y formar son acciones indispensables siempre y aún más en estas etapas.
3.    En este periodo, ¿hasta dónde es bueno darle información sobre sexo?
La información debe ser administrada con antelación  a esta edad, las curiosidades sexuales se inician tempranamente a los tres o cuatro años, se debe formar y responder lo necesario para cada edad. En la preadolescencia es vital dar toda la información necesaria para que los jovencitos puedan aprender a tener dominio de sus cuerpos, para no tener miedos ni represiones que inhiban luego una vida sexual sana y plena. Al mismo tiempo se requerirá un trabajo de formación que apunte sobre todo a la prevención de las relaciones sexuales tempranas y de los embarazos precoces. Los temas de anticoncepción también deben ser incluidos en las charlas con los hijos. Hay que estar al tanto de la realidad y del entorno de los hijos; no negar la posibilidad de la precocidad  sexual es una buena medida de cuidado. Es importante buscar y tener a mano material impreso y especial para estos fines, se debe buscar con cuidado y elegir adecuadamente para usarlo oportunamente. Otra alternativa de apoyo a lo que los padres puedan hacer, es consultar con un profesional psicólogo con experiencia y que pueda apoyar con dicha orientación y formación.
4.    En esta etapa hay niñas que se comportan como si fueran más grandes, es decir, ya no quieren corretear, sino sentarse a charlar sobre qué chico del colegio les gusta ¿está bien esto? ¿no están siendo adelantadas y quemando etapas?
Es totalmente normal, por ello será bueno introducirlos hacia otro tipo de actividades lúdicas como los deportes o la danza,  sustituir el juego con muñecas por juegos de tipo social acordes a la edad es lo indicado. Generalmente el abandono de los juguetes y juegos infantiles es paulatino solo que los padres a veces no son conscientes de ello o lo niegan. La mirada sobre pares del otro sexo suele ser parte del desarrollo normal, no se debe inhibir, se debe guiar y formar, indicando lo apropiado para cada edad.
5.    ¿Cómo ayudarles con su autoestima en esta etapa en la que ni ellos mismos están seguros de nada?
Los problemas de autoestima en muchas ocasiones se generan antes de la preadolescencia y se acentúan con ella por ello será oportuno contar con el asesoramiento de un psicólogo para ayudar a resolverlo y mejorar los niveles de autoestima de los chico o chicas que presentan dichas dificultades, pues la preadolescencia no es causante de una baja autoestima aunque es un periodo sensible para que se manifiesten dificultades que estuvieron incubándose.
6.    ¿Cómo hacerles sentir que les damos un voto de confianza sin soltar demasiado la rienda? ¿cuánto dinero es bueno darles para sus gastos?
La confianza de los hijos hacia los padres debe haberse cultivado con mucha anticipación, padres poco participativos de los juegos infantiles y con escaso tiempo para dedicar a los niños, padres que no han conversado de temas familiares o de interés para sus hijos (además de lo cotidiano del colegio), tendrán dificultades para obtener la confianza de sus hijos en la preadolescencia y la adolescencia. Los espacios de diálogo habitual deben establecerse como un ritual familiar para que los hijos adquieran la costumbre de hablar y de confiar sus preocupaciones a sus progenitores.
En cuanto al dinero es razonable establecer una mesada que se entregará de forma quincenal o semanal para que ellos aprendan a administrar y que sea suficiente para sus pequeños gastos o gustos y que les permita un poco de independencia (golosina, salidas al cine, juntes con los amigos, crédito para los celulares y otros). Gastos mayores serán administrados por los padres de acuerdo a sus posibilidades.
7.    ¿Se debe apoyar sus exigencias respecto a la ropa y las marcas que demandan usar o todo lo contrario?
Se pueden dar algunos gustos según las posibilidades y la necesidad, no hay que olvidarse que el tema de las marcas por lo general es inducido por los mismos padres o el entorno social donde se ostentan las marcas como un símbolo de estatus y de poder. Es muy importante que las personas consuman productos buenos y durables pero sin marca, o usar marcas de forma muy discreta y ocasional. Es demasiado frecuente que los hijos se conviertan en tiranos a la hora de usar cosas con marcas y que se sientan frustrados y disminuidos frente a otros por ese tema. La educación para el consumo inteligente  es vital para ser un ciudadano inteligente también. La autoestima y la seguridad personal nunca deben construirse sobre la posesión de objetos suntuosos y caros, ya que se trataría de una falsa autoestima que ante la menor frustración o embate de la vida se vería afectada. Además nadie debe convertirse en un estandarte publicitario para ninguna marca.