Permitirse la aceptación de los sentimientos, se traduce en una nueva sensación de confianza y fortaleza, así como en una relación de mayor contacto con el entorno. (Greenberg y Paivio)
Sendero terapeútico:
El contacto consciente con nuestras emociones, el reconocimiento de aquello que nos aqueja, nos agobia o nos conflictúa y la aceptación de nuestros sentimientos encontrados o violentos, son los primeros pasos vacilantes que nos permiten acercarnos a un mayor gobierno de nosotros mismos y de nuestras interacciones con nuestros semejantes. (Paula Benedict de Bellot)