viernes, mayo 01, 2015

Sobre los tipos de Paternidad

Respuestas para asesoramiento solicitado por la Revista Extra del Diario El Deber - Marzo 2015
(Nota completa)



SOBRE EL TIPO DE PADRES:


Padre autoritario:

Se trata de un padre que ejerce su paternidad desde una posición de poder y de control, en la cual considera que los hijos deben obediencia sin cuestionamientos. Tiene a ser bastante tradicionalista como si fuera de otra época, la educación que imparte es machista y lineal. La madre puede compartir el mismo tipo de relación con los hijos o también se somete a los mandatos paternos. Ésta figura se torna complicada cuando los hijos no logran manifestar su individualidad y necesitan sofocar sus inquietudes para no perturbar al padre, en otros casos el hijo se revela y se generan conflictos de forma permanente.

Cuando éste tipo de paternidad se combina con la agresividad o con el maltrato, da lugar a diversas disfuncionalidades familiares, trastornos personales en los hijos como la extrema inseguridad, la falta de confianza en sí mismos, dificultades para formar pareja, el rechazo para identificarse con la figura paterna agresiva o una identificación masiva con el padre dando lugar a la reproducción de los mismos modelos de relacionamiento en sus propias familias con las debidas consecuencias indeseables.

Padre ausente:

Es un estilo de paternidad que aunque estando presente, no ejerce influencia ni acción en relación a los hijos. Se trata de una persona muy ocupada a veces, que dedica escaso tiempo a la familia y que generalmente deja toda la lidia con los hijos a la madre. Opina poco, participa poco, no dialoga, no se hace cargo de tareas ni de resolver los problemas cotidianos con los hijos. Le molesta que lo saquen de sus intereses o de su descanso. En otros casos son padres que se han separado de la mujer y que casi como reflejo se separan de los hijos, cumplen muy reducidamente sus funciones tanto a nivel emocional como económico.

Caen en la figura de la negligencia ya que no ejercen la tarea formadora hacia sus hijos, tampoco ejercen liderazgos confiables ni brindan seguridad emocional a su prole. Por lo general son padres que a su vez no han tenido durante su infancia y juventud  los aprendizajes que los habiliten como padres conscientes, cariñosos y responsables.



Padre permisivo:

Es un estilo de paternidad que se ejerce con cierta blandura, por diferentes causas, a veces por haber tenido una experiencia desdichada como hijo, lo cual predispone a ejercer una paternidad laxa donde las normas necesarias para ordenar la vida cotidiana de los hijos son muy débiles. Suelen ser padres que responden a los caprichos de los hijos, o que tienen sentimientos de culpa intensos que son de origen inconsciente y actúan en forma de sobrecompensación por cosas o afectos que no tuvieron. En términos generales no quieren que sus hijos sufran lo que ellos sufrieron y en otros casos se trata de padres que no poseen la voluntad ni la energía psíquica suficiente o les cuesta ejercer la acción formadora y de contención sobre los hijos. En ocasiones las madres se alinean con éste estilo y en otros casos la mamá suele ser la mala de la película porque es la que establece normas, controla tareas, regula permisos, etc. En éste entorno puede volverse complicado lidiar con los hijos adolescentes que ya no quieren aceptar límites aunque éstos sean razonables.



Padre democrático:

Al parecer podría ser una figura más positiva por lo que el concepto implica pero hay que tomar en cuenta que un liderazgo democrático en la familia requiere de un mínimo de madurez de todos los integrantes por tanto no se podrá ejercer con niños pequeños en todo el sentido de la palabra, ni con hijos adolescentes que no sepan respetar normas básicas de convivencia en familia. La paternidad democrática implica haber realizado un arduo trabajo de formación y de instalación de principios y valores con los hijos, contando con el apoyo de la esposa. Pero en principio el padre democrático, debe conocer muy bien las necesidades de sus hijos según su edad; podrá consultar con ellos sobre decisiones, o tomar en cuenta sus opiniones para atender adecuadamente sus necesidades e inquietudes, pero siempre ejerciendo una autoridad inteligente fruto de su experiencia de vida, pues los hijos requieren de guía supervisión y apoyo en las diferentes etapas de su vida. No se debe confundir democracia familiar con permisividad ni con abuso de la mayoría. En una democracia cuentan los derechos y las obligaciones también.