Preguntas y respuestas solicitadas para la Revista Extra - Diario El Deber - Mayo 2015
¿Cómo enfadarse, pero hacerlo de buena manera, sin
perder el control, bueno? ¿Es factible?
Es inevitable enfadarnos con las personas que
queremos, especialmente con nuestros hijos, esposo o con otros familiares. Pero
hay una gran diferencia entre hacerlo atacando con juicios de valor y
culpabilizando ¿Es bueno enfadarse?
El enfado es una manifestación
atenuada de una de las emociones más difíciles de domesticar: la ira. Por tanto
el estado de enfado nunca es positivo y menos si es frecuente, pues muchas veces
debido a pequeñas provocaciones o malentendidos se puede manifestar de forma
más violenta y con resultados lamentables para cualquier tipo de relación. Pero
como es una de las emociones básicas junto con el miedo suele presentarse con
cierta frecuencia en situaciones de conflicto, de frustración, de demanda o de
estrés.
Cuando el enfado se manifiesta
emitiendo juicios de valor sobre el otro, suelen tomar un cariz de
desvalorización o de culpabilización,
situación que si se hace repetitiva e intensa se convierte en acoso
psicológico ya que a la larga puede desestructurar el psiquismo de la persona
agredida; lo cual da paso a otro tipo de maltratos o manipulación de personas.
El estado de ánimo de enfado
constante puede ser síntoma de un desequilibrio emocional o psicológico más
profundo que requiere atención especializada.
¿Cómo evitar perder el control? En especial
con el esposo y los hijos.
El control emocional es un proceso de
aprendizaje y de ejercicio de la voluntad, las personas deben tomar consciencia
de sus defectos en relación a su mal genio o estilo agresivo de comunicación,
muchas veces es una forma de ser que se aprende durante el proceso educativo y
que también esta signado por factores hereditarios. Si las personas con las que
se relaciona son valiosas y desea conservarlas a su lado así como proveerles
una buena calidad de vida; el primer paso es reconocer su condición de persona
con problemas para controlar su temperamento y buscar soluciones. En ocasiones
se podrán autorregular las respuestas agresivas pero si ello ocasiona lesiones
emocionales de forma continua a los otros, conviene buscar tratamiento psicológico para
poder arribar al conocimiento y uso de estrategias que permitan mejorar la
inteligencia emocional y la forma de relacionamiento en general.
¿Es posible no perder el control?
Si es posible. Las personas inteligentes
emocionalmente consiguen hacerlo, pues saben expresar su contrariedad o
desacuerdo de una forma acertada, con buenos argumentos y razones cuando otros
han cometido errores evidentes. Los gritos, insultos, desvalorizaciones el uso
de lenguaje grosero, denotan una falta de inteligencia en el control de las
emociones.
El control emocional implica un grado de equilibrio
emocional saludable, las personas pueden enojarse y sentirse molestas por
situaciones reales, su grado de salud metal será puesto a prueba en esos
momentos, cuando se pierde el control se ha fracasado en la regulación de la
impulsividad. La regulación de la impulsividad evidentemente da trabajo pero es
imprescindible para poder convivir y ser exitoso en la vida tanto familiar como
laboral, es una obligación moral esforzarse para crecer emocionalmente
Brindar algunos tips para no perder el control
Tips:
·
Acostumbrarse a escuchar y analizar la situación antes de responder.
Pensar y darse tiempo antes de responder.
·
Ser claro y ordenado respecto a lo que se espera de los demás sin
imponer
·
Renunciar al punto de vista egoísta
·
Mejorar el estilo de comunicación, ser asertivo pero al mismo tiempo
comprender el punto de vista de los demás para poder llegar a acuerdos de
colaboración en familia.
·
Mantener permanentemente dialogo con la pareja o los hijos para poder
guiar enseñar y responder a sus necesidades emocionales.
·
Saber que el punto de vista personal puede ser acertado pero comprender
también que los otros pueden aportar con sus ideas y su forma de ver las cosas
para una mejor solución o toma de decisión.
·
Ante las inconductas de otros se pueden plantear reclamos o dar
instructivos de forma razonada haciendo la otra persona comprenda su error.
·
Se necesita darse tiempo para resolver situaciones difíciles o
conflictivas, las soluciones inmediatas a la fuerza no son efectivas, tratar de
forzarlas puede generar mayor confusión y conflicto.
¿Por qué es tan fácil perder el control? ¿Qué nos predispone?
Algunos predisponentes:
·
Fallas en la educación emocional durante la infancia y la adolescencia
·
Estilos de comunicación familiar aprendidos
·
Temperamento irritable y nervioso, aspectos genéticos
·
Configuración muy narcisista y egoísta del yo
·
Existencia de un trastorno psicológico de base
·
Estructura manipuladora de la personalidad
·
Estrés laboral