lunes, abril 21, 2014

Educación para la vida - La mejor edad para tener cortejo (a)

Preguntas y respuestas solicitadas por
 la revista EXTRA del diario EL DEBER

Las respuestas fueron utilizadas para la redacción de notas periodísticas sobre temas de interés general para la comunidad de lectores de la revista dominical EXTRA del diario El Deber de la ciudad de  Santa Cruz de la Sierra - Bolivia

La edad ideal para tener cortejo

1.    ¿A qué edad podemos dar permiso a nuestros hijos para tener cortejo/a?
No se puede hablar de dar permiso, pues las situaciones de enamoramiento y de atracción por una pareja son situaciones normales que se presentan con la maduración biológica y sexual sin pedir permiso; lo que se debe hacer es ocuparse de orientar y de hablar sobre los tópicos de la sexualidad con la suficiente anticipación para que haya un influjo educativo y formativo para la vida sexual de los hijos indistintamente del género. Lo adecuado es ayudar a los hijos a que puedan iniciar sus ejercicios de cortejo con seguridad y en un tiempo adecuado, restringiendo con gentileza para evitar situaciones de mucha precocidad. Entre los doce y trece años se denota un interés acentuadamente definido por el otro sexo. Lo importante es que se haya creado una situación de confianza de tal forma que el hijo o hija sientan que pueden comunicarse con sus padres al respecto, esa es la forma ideal de tener opción a la supervisión y guía, eso tiene mayor importancia que el permiso.
2.    ¿Cuál debe ser nuestra reacción cuando nos enteramos de que ya tienen uno y no nos habían avisado?
Muchas veces los jovencitos evitan comunicar lo que les sucede porque no se ha generado el clima de confianza con anterioridad, otras no dicen nada porque empiezan a tener la noción de lo que significa la vida privada, lo cual es normal, pero en todo caso si los padres se enteran de que su hijo o hija tienen una relación de cortejo, será apropiado hacerles ver que se trata de una relación de aprendizaje muy distinta de una relación adulta. Dependiendo de la edad el cotejo o corteja puede ser solamente una amistad especial dentro de la que se aprende a interactuar con el sexo opuesto o la pareja en un grado de compromiso incipiente que no debe generar obligaciones ni controles que semejen una relación adulta seria o comprometida. Será tarea de los padres enseñar a graduar la intensidad dispuesta en dicha relación. Siempre será prudente ayudar a los hijos e hijas a postergar los compromisos de tipo sexual lo más posible para evitar experiencias sexuales que puedan traer consecuencias dolorosas y fuera de la edad.
3.    ¿Qué hacer si el cortejo/a elegido por nuestros hijos no nos gusta?
Si existen razones reales para el disgusto, como consumo de drogas, alcohol, conductas violentas  o delictivas comprobadas, absentismo escolar y problemas de ajuste social, diferencia de edad importante, conductas controladoras o invasivas sobre el hijo o hija u otras de riesgo; entonces la intervención se hace necesaria para establecer en su caso prohibiciones o controles. No olvidar que los celos paternos o maternos también pueden deformar la percepción hasta del mejor candidato. En otros casos es aconsejable conversar y guiar, así como conocer a la persona para no actuar prejuiciosamente. Tener en cuenta que las relaciones de aprendizaje de los hijos deben fluir naturalmente con la guía y supervisión de los padres, pues muchas de las parejitas ocasionales no evolucionan hacia algo serio. No es lo mismo la relación de jovencitos entre doce y dieciséis años que en jóvenes de más edad. La solicitud de opinión experta en algunos casos es aconsejable.
4.    ¿Cómo saber cuándo darles permiso para salir y cuándo no? ¿cómo dosificar sus salidas?
Los jovencitos y adolescentes como cualquier otra persona tiene obligaciones que deben cumplir con la familia, la escuela y la sociedad, así como con ellos mismos. Las salidas deben dosificarse de forma consensuada con ellos, para que también participen en la administración responsable de su tiempo. Las demandas sociales de diversión y de uso indiscriminado en la recreación suelen ser fuente de conflicto, pues incluso los adultos poseen un ritmo vertiginoso en la atención de salidas sociales y de diversión, hay que pregonar con el ejemplo y regular sabiamente los tiempos de diversión y de trabajo.
5.    ¿Qué hacer si desde que tiene novio/a ha empeorado su desempeño en el colegio?
Lamentablemente la era de la comunicación digital ha provisto de la posibilidad de comunicación ilimitada con las respectivas parejas y eso hace que las distracciones se multipliquen y muchas veces impidan el cumplimiento de las responsabilidades académicas. Nuevamente la educación temprana y los diálogos formativos con los padres son cruciales para prevenir estas situaciones. Razonar, dialogar y llegar a acuerdos son las únicas formas de equilibrar la pasión que los jóvenes colocan en sus relaciones sentimentales. En base a ello cada padre y madre sabrán si restringir, exigir o consensuar en bien del desarrollo armónico de sus hijos.  
6.    ¿Cómo propiciar la confianza de los hijos hacia los padres para que les cuenten sus dilemas sentimentales?
Es una tarea que debe iniciarse desde temprana edad y acorde a las necesidades de cada periodo. La confianza de los hijos no surge espontáneamente, no se debe esperar a que los hijos entren en la fase de ejercitar su vida sentimental con las parejitas, el dialogo y la confianza se cosechan si se ha sembrado adecuadamente en edades tempranas. Cuando el dialogo se inicia tarde suele ser difícil y a veces infructuosa la comunicación, en esos casos es bastante conveniente buscar apoyo de un profesional conocedor de los procesos de desarrollo psicológico de los jóvenes. 
7.    ¿Se debe hablarles de sexo ¿pero hasta dónde?
A partir de los tres años niños y niñas inician las curiosidades sexuales, los padres deben estar lo suficientemente informados para saber qué contestar en cada edad, es mucho mejor que los niños posean información fidedigna y cierta de boca de sus padres que de fuentes desconocidas, siempre será de mayor confianza lo que los progenitores amorosos puedan dar a conocer. A la edad de los cortejos y cortejas se supone que los hijos ya cuentan con información suficiente para saber cuidarse y regular sus alcances sexuales. De todas formas es un diálogo que debe renovarse permanentemente, pues la sexualidad de los hijos es dinámica y requieren de buena y completa información, así como de guía y consejo oportuno. En este caso un profesional entendido en psicología juvenil puede ser un buen apoyo en caso de dudas o de algún problema. La información y el dialogo son una buena herramienta para evitar relaciones sexuales precoces y embarazos no deseados. La supervisión y guía deben ir aparejados a la información.
8.    ¿Hay más a favor o en contra de consentir relaciones sentimentales en adolescentes?
Si se cuida, se dialoga, se informa y se norma la conducta juvenil será un proceso de aprendizaje fructífero. El joven bien informado, contenido afectivamente por sus padres, así como respetado por ellos no debería presentar mayores problemas al momento de encarar relaciones sentimentales con las ocasionales parejas. Es importante ayudarles a discernir que las relaciones de aprendizaje emocional no necesitan tener la envergadura ni imitar las relaciones adultas.