Preguntas y respuestas solicitadas por
la revista EXTRA del diario EL DEBER
la revista EXTRA del diario EL DEBER
Las respuestas fueron utilizadas para
la redacción de notas periodísticas sobre temas de interés general para la
comunidad de lectores de la revista dominical EXTRA del diario El Deber de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra -
Bolivia
La edad ideal para tener cortejo
1. ¿A
qué edad podemos dar permiso a nuestros hijos para tener cortejo/a?
No se puede hablar de dar permiso, pues
las situaciones de enamoramiento y de atracción por una pareja son situaciones
normales que se presentan con la maduración biológica y sexual sin pedir
permiso; lo que se debe hacer es ocuparse de orientar y de hablar sobre los
tópicos de la sexualidad con la suficiente anticipación para que haya un
influjo educativo y formativo para la vida sexual de los hijos indistintamente
del género. Lo adecuado es ayudar a los hijos a que puedan iniciar sus
ejercicios de cortejo con seguridad y en un tiempo adecuado, restringiendo con
gentileza para evitar situaciones de mucha precocidad. Entre los doce y trece
años se denota un interés acentuadamente definido por el otro sexo. Lo
importante es que se haya creado una situación de confianza de tal forma que el
hijo o hija sientan que pueden comunicarse con sus padres al respecto, esa es
la forma ideal de tener opción a la supervisión y guía, eso tiene mayor
importancia que el permiso.
2. ¿Cuál
debe ser nuestra reacción cuando nos enteramos de que ya tienen uno y no nos
habían avisado?
Muchas veces los jovencitos evitan
comunicar lo que les sucede porque no se ha generado el clima de confianza con
anterioridad, otras no dicen nada porque empiezan a tener la noción de lo que
significa la vida privada, lo cual es normal, pero en todo caso si los padres
se enteran de que su hijo o hija tienen una relación de cortejo, será apropiado
hacerles ver que se trata de una relación de aprendizaje muy distinta de una
relación adulta. Dependiendo de la edad el cotejo o corteja puede ser solamente
una amistad especial dentro de la que se aprende a interactuar con el sexo
opuesto o la pareja en un grado de compromiso incipiente que no debe generar
obligaciones ni controles que semejen una relación adulta seria o comprometida.
Será tarea de los padres enseñar a graduar la intensidad dispuesta en dicha
relación. Siempre será prudente ayudar a los hijos e hijas a postergar los
compromisos de tipo sexual lo más posible para evitar experiencias sexuales que
puedan traer consecuencias dolorosas y fuera de la edad.
3. ¿Qué
hacer si el cortejo/a elegido por nuestros hijos no nos gusta?
Si existen razones reales para el
disgusto, como consumo de drogas, alcohol, conductas violentas o delictivas comprobadas, absentismo escolar
y problemas de ajuste social, diferencia de edad importante, conductas
controladoras o invasivas sobre el hijo o hija u otras de riesgo; entonces la
intervención se hace necesaria para establecer en su caso prohibiciones o
controles. No olvidar que los celos paternos o maternos también pueden deformar
la percepción hasta del mejor candidato. En otros casos es aconsejable
conversar y guiar, así como conocer a la persona para no actuar
prejuiciosamente. Tener en cuenta que las relaciones de aprendizaje de los
hijos deben fluir naturalmente con la guía y supervisión de los padres, pues
muchas de las parejitas ocasionales no evolucionan hacia algo serio. No es lo
mismo la relación de jovencitos entre doce y dieciséis años que en jóvenes de
más edad. La solicitud de opinión experta en algunos casos es aconsejable.
4. ¿Cómo
saber cuándo darles permiso para salir y cuándo no? ¿cómo dosificar sus
salidas?
Los jovencitos y adolescentes como
cualquier otra persona tiene obligaciones que deben cumplir con la familia, la
escuela y la sociedad, así como con ellos mismos. Las salidas deben dosificarse
de forma consensuada con ellos, para que también participen en la
administración responsable de su tiempo. Las demandas sociales de diversión y
de uso indiscriminado en la recreación suelen ser fuente de conflicto, pues
incluso los adultos poseen un ritmo vertiginoso en la atención de salidas
sociales y de diversión, hay que pregonar con el ejemplo y regular sabiamente
los tiempos de diversión y de trabajo.
5. ¿Qué
hacer si desde que tiene novio/a ha empeorado su desempeño en el colegio?
Lamentablemente la era de la
comunicación digital ha provisto de la posibilidad de comunicación ilimitada
con las respectivas parejas y eso hace que las distracciones se multipliquen y
muchas veces impidan el cumplimiento de las responsabilidades académicas.
Nuevamente la educación temprana y los diálogos formativos con los padres son
cruciales para prevenir estas situaciones. Razonar, dialogar y llegar a
acuerdos son las únicas formas de equilibrar la pasión que los jóvenes colocan
en sus relaciones sentimentales. En base a ello cada padre y madre sabrán si
restringir, exigir o consensuar en bien del desarrollo armónico de sus hijos.
6. ¿Cómo
propiciar la confianza de los hijos hacia los padres para que les cuenten sus
dilemas sentimentales?
Es una tarea que debe iniciarse desde
temprana edad y acorde a las necesidades de cada periodo. La confianza de los
hijos no surge espontáneamente, no se debe esperar a que los hijos entren en la
fase de ejercitar su vida sentimental con las parejitas, el dialogo y la
confianza se cosechan si se ha sembrado adecuadamente en edades tempranas.
Cuando el dialogo se inicia tarde suele ser difícil y a veces infructuosa la
comunicación, en esos casos es bastante conveniente buscar apoyo de un
profesional conocedor de los procesos de desarrollo psicológico de los
jóvenes.
7. ¿Se
debe hablarles de sexo ¿pero hasta dónde?
A partir de los tres años niños y niñas
inician las curiosidades sexuales, los padres deben estar lo suficientemente
informados para saber qué contestar en cada edad, es mucho mejor que los niños
posean información fidedigna y cierta de boca de sus padres que de fuentes
desconocidas, siempre será de mayor confianza lo que los progenitores amorosos
puedan dar a conocer. A la edad de los cortejos y cortejas se supone que los
hijos ya cuentan con información suficiente para saber cuidarse y regular sus
alcances sexuales. De todas formas es un diálogo que debe renovarse
permanentemente, pues la sexualidad de los hijos es dinámica y requieren de
buena y completa información, así como de guía y consejo oportuno. En este caso
un profesional entendido en psicología juvenil puede ser un buen apoyo en caso
de dudas o de algún problema. La información y el dialogo son una buena
herramienta para evitar relaciones sexuales precoces y embarazos no deseados.
La supervisión y guía deben ir aparejados a la información.
8. ¿Hay
más a favor o en contra de consentir relaciones sentimentales en adolescentes?
Si
se cuida, se dialoga, se informa y se norma la conducta juvenil será un proceso
de aprendizaje fructífero. El joven bien informado, contenido afectivamente por
sus padres, así como respetado por ellos no debería presentar mayores problemas
al momento de encarar relaciones sentimentales con las ocasionales parejas. Es
importante ayudarles a discernir que las relaciones de aprendizaje emocional no
necesitan tener la envergadura ni imitar las relaciones adultas.