Preguntas y respuestas solicitadas por
la revista EXTRA del diario EL DEBER
la revista EXTRA del diario EL DEBER
Las respuestas fueron utilizadas para
la redacción de notas periodísticas sobre temas de interés general para la
comunidad de lectores de la revista dominical EXTRA del diario El Deber de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra –
Bolivia
ODIO AL NOVIO DE MI HIJA
1.
¿Qué
postura adoptar cuando la pareja que han elegido nuestros hijos no nos gusta?
¿Debemos respetar sus decisiones y dejarlos cometer sus propios errores?
a) Hacer a un lado los prejuicios, las
personas buenas no siempre responden a nuestros ideales o modelos.
b) Conversar con los hijos y conocer sobre
sus experiencias y sobre lo que ellos valoran de su pareja.
c) Esforzarse por conocer y crear vínculos
con la persona que posiblemente
entrará en la familia.
d) Si el novio o novia son personas de
bien, con aspiraciones y valores comunes a los hijos es un buen inicio para
respetar no solo la decisión sino a la persona en cuestión.
e) Todos estamos expuestos a cometer
errores y a sufrir las consecuencias. Pues incluso la pareja de padres suelen tener
sus propias limitaciones. Mientras no se visualicen en el otro, riesgos
evidentes de maltrato, dependencia extrema, control, celos, actividades
delictivas o trastornos de personalidad notables, se puede confiar en el
criterio de los hijos para su elección de pareja. Pero una dosis de alerta es
necesaria cuando hay indicadores conductuales sobre los que debe advertirse a
los hijos.
2.
¿Cómo
saber que estamos exagerando y que en realidad el joven o la joven no son tan
malos para nuestro retoño?
a) Cuando se sabe poco de esa persona y se
la prejuzga.
b) Si se es muy celoso de las relaciones
de los hijos, incluso de sus amigos.
c) Si resulta difícil aceptar que los
hijos han crecido y que se hacen adultos, eso confronta a los padres con su
propio envejecimiento.
d) Cuando se tiene una imagen ideal del
futuro yerno o nuera y la realidad no coincide y hay resistencia a creer que
puede haber otro tipo de buenas personas.
e) Cuando se desconfía constantemente del
criterio de los hijos también para otros asuntos.
f) Cuando han existido huecos en la
comunicación con los hijos y en realidad se conoce poco de sus forma de pensar
3.
Si
tenemos serias dudas respecto a su proyecto de vida (no quiere estudiar y no
dura en el trabajo) o tenemos cuestionamientos morales sobre él o ella ¿Podemos
arremeter con más fuerza, en nombre del bienestar de nuestro hijo (a)?
a)
Es
posible que en este caso sea mejor contar con el apoyo de un profesional
psicólogo que ayude a la hija(o) a discernir sobre los motivos para elegir una
pareja inestable y con alto riesgo de fracaso, es posible que esté
involucrada(o) en una relación de dependencia o de control de la que no puede
salir o tenga dificultades para evaluar la realidad y establecer parámetros de elección de pareja que permitan
la proyección futura y de sobrevivencia de ese tipo de relación.
4.
Se dice que al confrontar a los hijos solo se
los está empujando a que y pisen el
acelerador ¿está de acuerdo con esta afirmación?
De antemano se debe haber creado un
espacio de comunicación y de confianza con los hijos para poder conversar de
temas delicados, en todo caso siempre será mejor establecer el dialogo sobre temas delicados y
sobre todo si la felicidad de los hijos se ve en riesgo, es mejor confrontar
las diferencias de opinión que ser
negligente con los consejos o apoyo hacia los hijos
5.
En
el pasado los padres se sentían con todo el derecho de elegir la pareja de los
hijos, basándose en su apellido (cuyo hijo es…) y su posición social. ¿Cree que
ya superamos estas posturas y cuán negativas considera que son?
Ya no son
tiempos para ese tipo de acuerdos, pues los hijos e hijas deben ejercer su
libertad al momento de enamorar y de elegir pareja. Pero es aconsejable conocer
a la familia del novio o novia ya que son también las familias las que entrarán
en relación si el noviazgo culmina con el matrimonio.
6.
¿Qué
consejo le daría a una madre de familia cuya hija ya es mayor de edad, se
mantiene con su trabajo, pero que está atada a un hombre que no le gusta para
nada porque no comulga con su forma de pensar?
Por ejemplo, no se quiere casar, prefiere unión libre y no desea tener
hijos, cosas que sabe que su hija sí anhela para sí, pero que las posterga
porque sabe que su novio no aprobaría.
Dialogar resulta indispensable pues es
elemental aclarar que hay personas que no tienen la vocación para el matrimonio
ni la familia, se trata de una ideología arraigada fruto de las experiencias de
vida y que es válida como opción de vida;
por tanto una concepción tradicional de pareja y de familia no es
atractiva para ellas ni se establece como un fin. Por tanto la persona que vaya
a ser su pareja deberá compartir la
misma idea de pareja para no frustrarse ante expectativas que ese otro no
ofrece y que menos aún tiene intenciones de cumplir. Nadie puede ser obligado a
convertirse en esposo o padre, la pareja con principios no compartidos
difícilmente podrá llegar a un final feliz.