Desde el punto de vista sicológico, ¿Qué riesgos o
consecuencias puede desencadenar un desorden de ese tipo?. Es decir priorizar
más las ocupaciones que una buena alimentación…¿Cuáles son las causas y cómo se
puede organizar mejor una persona para no descuidar ese aspecto?
Para considerar desde el punto de vista psicológico:
*Las
rutinas de la alimentación poseen un significado cultural, que marca diferentes
momentos de la jornada, alguno de ellos
seguramente importante para compartir en familia. Tomar alguno de los alimentos
compartiendo con la familia, puede ser una experiencia gratificante. El ritmo
de vida actual puede entorpecer estas reuniones pero si se establecen como un
ritual familiar, seguramente todos participarán con agrado en el momento que se
haya acordado. Lo cual favorece a la comunicación y a la integración grupal.
*Pero
sucede que muchas veces se deja de lado el encuentro, por temas de trabajo o
por priorizar actividades sociales muchas veces poco relevantes y de esa
forma rara vez se comparte ese momento,
los hijos y la pareja, el resultado es que se pierde el deseo o se da poca
importancia a coordinar alguna actividad en común.
*Comer
bien es una muestra de educación y de cultura, todas las sociedades dan
bastante importancia al hecho de ingerir la alimentación, las comidas típicas y
los ágapes festivos ocupan un lugar relevante en la interacción social en todas
las comunidades.
* Desde el punto de vista individual el hábito del buen comer indica
una disciplina personal en relación al autocuidado y de la salud integral.
Implica un grado de equilibrio emocional y psicológico, así como una noción de
armonía de sí mismo.
* Ocasionalmente puede haber un
desarreglo alimenticio por alguna emergencia laboral o personal, pero en cuando
se pueda se debe restablecer tanto la buena alimentación como el buen descanso.
La alteración permanente de ambas cosas o de una, pueden interpretarse como un
síntoma de disfunción y de desorganización del Yo, al que muchas veces subyace un
trastorno emocional de tipo ansioso, obsesivo o depresivo, hasta puede ser el
inicio de una alteración bulímica o anoréxica.
*Una alimentación ordenada y
equilibrada refleja a su vez un orden metal y práctico, pues la mala nutrición
puede tener a corto, mediano y largo plazo, efectos sobre el ánimo o sobre los procesos
cognitivos. El cerebro necesita energía para funcionar correctamente, la mala
alimentación puede generar desequilibrios de la atención y de la concentración,
fallas en el procesamiento de información y
en la memoria de trabajo, sensación de fatiga ante tareas difíciles o
desafiantes, cansancio acentuado, estrés, mal humor y desanimo.
Qué
hacer:
* La organización de ingestas de
alimentos, hoy en día puede convertirse en una actividad placentera debido al
fácil acceso a recetas vía internet y a que se pueden conseguir infinidad de
ingredientes para crear una dieta equilibrada, la preparación de alimentos con
anticipación, así como organizarse para llevar la comida al trabajo si no se
vuelve a la casa, puede ser incluso una oportunidad para ser creativos.
* Informarse y aprender sobre
estilos de alimentación y gestionar el más
conveniente para uno.
*Proponerse metas de cuidado de la
salud y programar. Atender su cumplimiento.
*Dar la importancia debida a los
hábitos alimentarios, el cuidado personal es indicador de salud mental.
*Programar los encuentros familiares
para compartir los alimentos de forma diaria, eligiendo el horario.
*No escudarse en la falta de tiempo
sobre prácticas que pueden perjudicar a nuestra salud.
*Cuidar de no caer en el cuadro de
adicción al trabajo.
* Respetar los horarios de descanso
para poder atender la nutrición de forma inteligente.
*Administrar el tiempo de forma
equilibrada, dar la importancia que tienen al descanso y a la alimentación.
*Organizar el trabajo de tal forma
que la jornada no este saturada de cosas urgentes e impostergables.
*No establecer compromisos laborales
en modalidad apuro con plazos de vencimiento que obligan a usar el tiempo
personal para cumplir en término. Calcular en tiempo real lo que cada tarea
necesita para lograrse.